En términos biológicos, la implantación embrionaria es un proceso en el que el óvulo, ya fertilizado, encuentra un lugar seguro y estable en el endometrio, el tejido que recubre el útero. Durante cada ciclo menstrual, este tejido se engrosa y se vuelve más receptivo, preparándose para recibir al embrión si ocurre la concepción. A esta etapa se le llama “ventana de fertilidad,” el momento en el que el endometrio está en sus mejores condiciones para permitir el embarazo.
Sin embargo, no siempre sucede así. Existen problemas en el endometrio que pueden dificultar la implantación y causar fallos de implantación; por ejemplo, si el tejido no se ha desarrollado correctamente o si existen alteraciones como pólipos, adherencias o miomas, el embrión podría tener dificultades para adherirse. Además, si el momento de receptividad no coincide con el estado del embrión, el embarazo no logrará establecerse.
Esta serie de factores demuestra que, aunque la implantación parece un proceso sencillo, en realidad es el resultado de una sincronización compleja y precisa entre el embrión y el útero.

Implantación fallida: ¿Un evento aislado o algo recurrente?
Para entender por qué los embriones fallan en implantarse, es importante reconocer que la implantación es un proceso complejo que involucra tanto al embrión como al útero. A veces, un fallo en la implantación puede ocurrir de forma aislada, es decir, sin que haya una causa claramente identificable. En estos casos, no necesariamente implica que haya un problema persistente en la fertilidad; simplemente, el embrión no logró adherirse en el endometrio y no continuó desarrollándose.
Sin embargo, en algunos casos, las personas experimentan fallos de implantación repetidos, también conocidos como “fallo recurrente de implantación.” Aquí es cuando, a pesar de varios intentos (por lo general, tres o más transferencias de embriones), no se ha logrado una implantación exitosa. Esto suele indicar que existen factores específicos que están interfiriendo con el proceso de implantación y requiere un análisis más profundo.
¿Qué causa los fallos de implantación?
Los fallos de implantación pueden deberse a diversas razones, que pueden dividirse en factores relacionados con el embrión, factores relacionados con el ambiente uterino, inmunológicos y hormonales.
1. Factores del embrión:
- Calidad embrionaria: No todos los embriones tienen el potencial de desarrollarse. La calidad de un embrión, que se puede evaluar en el laboratorio, es clave en el éxito de la implantación. Factores genéticos, como anomalías cromosómicas, también pueden afectar la viabilidad del embrión.
- Selección embrionaria: En algunos casos, el uso de técnicas avanzadas de selección embrionaria, como el análisis genético preimplantacional (PGT-A), permite identificar embriones con una carga genética adecuada, aumentando las probabilidades de una implantación exitosa.
2. Factores uterinos:
- Receptividad endometrial: El endometrio necesita estar en una fase óptima para que el embrión pueda implantarse, lo que se conoce como la “ventana de implantación”. Si el endometrio no está preparado o hay una alteración en esta “ventana,” la implantación podría fallar.
- Problemas estructurales: Alteraciones físicas, como pólipos, miomas o adherencias en el útero, pueden impedir que el embrión se adhiera correctamente. En estos casos, un ultrasonido o una histeroscopia pueden ser herramientas útiles para identificar estos problemas.
3. Factores inmunológicos y hormonales:
- Desequilibrio hormonal: Niveles inadecuados de hormonas como la progesterona o el estrógeno pueden interferir con la preparación del endometrio.
- Respuestas inmunológicas: En algunos casos, el sistema inmunológico puede atacar el embrión como si fuera un “cuerpo extraño,” afectando la implantación. Aunque esto es menos común, existen pruebas específicas para evaluar la actividad inmunológica en estos casos.

¿Cómo puede ayudarte la reproducción asistida después de fallos de implantación?
Cuando una mujer enfrenta fallos de implantación, la reproducción asistida puede ofrecer soluciones personalizadas que aumentan las posibilidades de éxito. Cada ciclo de reproducción asistida comienza con un análisis exhaustivo, donde se pueden realizar pruebas avanzadas para identificar las posibles causas detrás de estos fallos. Estas pruebas incluyen el estudio de la calidad de los embriones y evaluaciones detalladas del endometrio.
El análisis de los embriones es un paso clave: técnicas como el Diagnóstico Genético Preimplantacional (PGT) permite seleccionar aquellos con una estructura genética óptima, lo que mejora las probabilidades de una implantación exitosa. Asimismo, estudios como el ERA (Análisis de Receptividad Endometrial) ayudan a identificar el momento exacto en que el endometrio es más receptivo, alineando la transferencia embrionaria con la “ventana de implantación” específica de cada mujer.
Además, la reproducción asistida ofrece opciones como la estimulación controlada y la evaluación hormonal personalizada, herramientas que permiten optimizar tanto la calidad de los óvulos como las condiciones del útero para recibir el embrión. Con estas técnicas, las probabilidades de lograr y mantener un embarazo aumentan considerablemente, incluso después de haber vivido fallos de implantación en ciclos previos.
¿Cómo podemos ayudar en casos de fallo de implantación en Nascere?
Cuando los fallos de implantación se vuelven recurrentes, es esencial realizar pruebas y análisis exhaustivos para entender qué factores están involucrados. En Nascere, abordamos estos casos con una combinación de tecnología avanzada y estudios personalizados, que incluyen:
- Evaluación genética del embrión (PGT-A): Esta técnica permite seleccionar embriones con el número correcto de cromosomas, aumentando la posibilidad de una implantación exitosa.
- Pruebas de receptividad endometrial (ERA): Esta prueba evalúa la receptividad del endometrio y ayuda a determinar el momento exacto en que el endometrio está listo para recibir el embrión.
- Prueba de flora endometrial (EMMA): Analiza la microbiota endometrial para detectar posibles infecciones que afecten la implantación del embrión. Este test ayuda a personalizar el tratamiento, mejorando las probabilidades de embarazo en procesos de reproducción asistida.
- Estudios de imagen del útero: Una evaluación detallada del útero mediante ultrasonido es lo más común, en Nascere lo llevamos a un segundo nivel con una histeroscopia (HScope) la cual permite detectar y corregir problemas estructurales que puedan estar afectando la implantación.
- Selección ovular para tu FIV con Magenta: En Nascere somos pioneros en implementar IA en el campo de fertilidad., Magenta nos ayuda a tomar decisiones más informadas respecto al crucial paso de selección de óvulos para utilizar en tu ciclo de Fertilización in Vitro a través de un sistema no-invasivo de evaluación de tus óvulos.
- Preservación de la fertilidad con Violeta: Otra alternativa preventiva, es la congelación de óvulos, en Nascere ofrecemos la opción de preservar tu fertilidad a través de la vitrificación, la cual es la forma más segura de “congelar” tus óvulos, y como beneficio añadido, con Violeta, ofrecemos este servicio de Inteligencia Artificial que nos ayuda a seleccionar únicamente los óvulos con mejor potencial para ser preservados y nos funcionen bien para el día en que decidas usarlos y convertirte en mamá.

¿Es posible tener un embarazo después de un fallo de implantación (o varios)?
Sí, y es importante recordar que el fallo de implantación no es una “sentencia definitiva.” Con el apoyo adecuado, un diagnóstico claro y una estrategia personalizada, existen muchas opciones para superar estos desafíos.
El equipo en Nascere está aquí para brindarte nuestra experiencia y el enfoque clínico que necesitas, desde el primer intento hasta el éxito, sea cual sea el camino que tomes. Con técnicas avanzadas y una atención minuciosa, te ayudamos a dar cada paso hacia el logro de tus sueños de formar una familia.
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