¿Cuántos óvulos se necesitan para asegurar un tratamiento de reproducción asistida exitoso?

Ago 7, 2025 | Blog, Español

Aunque muchas personas no lo saben antes de iniciar un tratamiento de fertilización in vitro (FIV), la pregunta “¿Cuántos óvulos tenemos disponibles?” puede ser un factor decisivo en las probabilidades de éxito. No se trata solo de tener óvulos, sino de cuántos hay, qué calidad tienen y qué tan viables son para formar embriones sanos. Por eso, creemos importante hablar de este tema: entender cómo influye la cantidad y calidad ovocitaria es clave para planificar un tratamiento realista, personalizado y con mayores posibilidades de lograr un embarazo.

La calidad y cantidad ovárica: una ecuación compleja

Conocer la reserva ovárica de una paciente es uno de los primeros pasos para determinar la estrategia de tratamiento más adecuada. La reserva se refiere a la cantidad de óvulos disponibles en los ovarios y suele evaluarse mediante estudios como el conteo de folículos antrales por ecografía o la medición de hormonas como la AMH (hormona antimülleriana). Sin embargo, no se trata únicamente de cuántos óvulos hay, sino de su calidad: es decir, su potencial genético para convertirse en embriones viables y dar lugar a un embarazo saludable.

A medida que pasa el tiempo, tanto la cantidad como la calidad ovárica disminuyen, especialmente después de los 35 años. Es por esto que, en muchos casos, antes de iniciar formalmente un tratamiento de FIV, es necesario considerar una etapa previa de “egg banking” o banco de óvulos. Este proceso implica realizar una o varias estimulaciones ováricas controladas, con el objetivo de recuperar la mayor cantidad posible de óvulos maduros que puedan utilizarse posteriormente.

¿Por qué a veces no basta con una sola extracción de óvulos?

La respuesta está en la biología misma del proceso: no todos los óvulos extraídos madurarán adecuadamente, y no todos los óvulos maduros serán fertilizados con éxito. Aun fertilizados, no todos los embriones alcanzarán un estado óptimo de desarrollo, y de aquellos que lo logran, no todos tendrán un perfil genético saludable. Es por ello que, desde un enfoque estadístico y médico, se recomienda maximizar el número de óvulos disponibles para aumentar las posibilidades de éxito en cada etapa.

En términos generales, los estudios sugieren que para lograr al menos un embrión euploide (genéticamente sano), se requiere un promedio de 10 a 15 óvulos maduros. Sin embargo, esta cifra puede variar considerablemente de una persona a otra, dependiendo de la edad, el diagnóstico médico, la calidad del semen, y otros factores asociados. Hay casos en los que un solo óvulo sano ha sido suficiente para alcanzar un embarazo exitoso, pero confiar únicamente en esa posibilidad puede reducir significativamente las probabilidades acumuladas.

La importancia de los estudios genéticos

Un componente clave en la planificación de un tratamiento de reproducción asistida hoy en día es el análisis genético, tanto del esperma como de los óvulos y, especialmente, de los embriones. Mediante técnicas como el PGT-A (prueba genética preimplantacional para aneuploidías), se pueden identificar embriones con alteraciones cromosómicas que podrían afectar el desarrollo del embarazo o impedir la implantación. Estas evaluaciones permiten priorizar aquellos embriones con mayor potencial de dar lugar a un bebé sano y evitan, en muchos casos, transferencias fallidas o abortos tempranos.

¿Qué pasa si la reserva ovárica es baja?

Cuando la cantidad o calidad de los óvulos propios no es suficiente para lograr un embarazo viable, existe la posibilidad de recurrir a la donación de óvulos. Esta opción, lejos de ser un último recurso, representa una alternativa sólida y altamente efectiva para muchas personas que desean formar una familia, especialmente en casos de edad avanzada, fallos repetidos en tratamientos previos o condiciones genéticas hereditarias. Los óvulos donados provienen de mujeres jóvenes y sanas, cuidadosamente seleccionadas, lo que incrementa significativamente las tasas de éxito.

Una decisión informada y planificada

Aunque el número de óvulos ideales para lograr un embarazo exitoso varía de un caso a otro, tener acceso a una mayor cantidad de óvulos de buena calidad permite seleccionar mejor, reducir riesgos y aumentar las probabilidades de éxito en cada intento. La preparación para un tratamiento de fertilidad no comienza con la transferencia del embrión, sino desde mucho antes, con una evaluación integral que considere la reserva ovárica, la salud reproductiva de ambos integrantes de la pareja (si aplica), y una estrategia clara de cómo abordar cada fase del proceso.

Los avances en reproducción asistida ofrecen herramientas avanzadas para mejorar las probabilidades de éxito de los tratamientos, en Nascere, nuestro enfoque se centra en encontrar un diagnóstico preciso y diseñar una estrategia personalizada para lograr el sueño de la maternidad. 

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