Pérdida gestacional: lo que nadie te dice sobre el duelo y la recuperación

Oct 16, 2025 | Blog, Español

Cada 15 de octubre, se conmemora el Día Internacional de la Pérdida Gestacional, Perinatal y Neonatal, una fecha que busca visibilizar algo que, por años, ha sido envuelto en silencio: el duelo de quienes pierden un embarazo o un recién nacido. En Nascere, este día nos invita a hablar con sensibilidad, información y empatía sobre una de las experiencias más difíciles en la vida reproductiva de una persona.

Qué es la pérdida gestacional o aborto espontáneo

Se considera pérdida gestacional cuando un embarazo se interrumpe de manera natural antes de la semana 20. Ocurre con más frecuencia de lo que se imagina: se estima que entre el 10% y el 20% de los embarazos clínicamente reconocidos culminan en un aborto espontáneo, muchas veces antes de la semana 12.

Aun con todos los avances médicos, la pérdida de un embarazo puede suceder por causas fuera de control humano. No es culpa de nadie, ni del cuerpo, ni de las emociones. Es una consecuencia biológica de múltiples factores que convergen en el desarrollo del embrión.

Par-de-manos-sosteniendo-una-mano-entre-ellas-para-proveer-comfort-hands-holding-a-hand-between-them-providing-comfort

Por qué sucede una pérdida gestacional

Las causas pueden ser diversas, pero los estudios muestran que, en la mayoría de los casos, las pérdidas tempranas se deben a alteraciones genéticas del embrión. Esto significa que el embrión no tenía la dotación cromosómica necesaria para continuar su desarrollo de manera viable.

Entre las causas más comunes están:

  • Anomalías cromosómicas, por ejemplo las trisomías y monosomías, que son alteraciones cromosómicas: en una hay un cromosoma de más y en la otra uno de menos, lo que impide el desarrollo normal del embrión.
  • Problemas hormonales, como una producción insuficiente de progesterona (la hormona que el cuerpo genera después de la ovulación para mantener el embarazo en sus primeras semanas) o desbalances tiroideos.
  • Alteraciones anatómicas del útero (septos, miomas o pólipos).
  • Factores inmunológicos o de coagulación, que pueden afectar la implantación o el flujo sanguíneo hacia el embrión.
  • Edad materna avanzada, que incrementa la posibilidad de óvulos con anomalías genéticas.

También puede suceder durante tratamientos de fertilidad

En tratamientos de reproducción asistida como la Fertilización In Vitro (FIV) se aplican controles y cuidados médicos muy altos. Aún así, la pérdida gestacional puede deberse a causas múltiples: en muchos casos intervienen factores genéticos del embrión (alteraciones cromosómicas que impiden su desarrollo), factores masculinos (calidad del esperma), condiciones uterinas o endometriales, problemas hormonales o factores inmunológicos. En Nascere realizamos un abordaje integral: estudios genéticos de embriones cuando procede, evaluación de la pareja (tanto masculina como femenina) y diagnóstico de la cavidad uterina para entender y reducir riesgos desde todas las aristas posibles.

El impacto psicológico: un duelo que no siempre se reconoce

Perder un embarazo, incluso en etapas tempranas, puede generar una profunda sensación de vacío, culpa y tristeza. En ocasiones, las personas sienten que su dolor “no debería ser tan grande” porque “no alcanzaron a conocerlo”, pero ese pensamiento solo invisibiliza la pérdida.

El duelo perinatal es real. Es la pérdida de una ilusión, de un proyecto de vida, de un vínculo que ya se había empezado a construir. Y como todo duelo, necesita tiempo, acompañamiento y validación emocional.

En nuestra experiencia en Nascere, hemos visto que el apoyo psicológico especializado puede marcar la diferencia en cómo se transita este proceso. No se trata solo de “seguir adelante”, sino de dar espacio al dolor y transformarlo con acompañamiento profesional y humano.

“Ola de luz”: una manera de honrar la ausencia

Cada 15 de octubre, familias de todo el mundo participan en la “Ola de Luz” (Wave of Light), un gesto simbólico para recordar a los bebés que partieron demasiado pronto. A las 7:00 p.m. de cada huso horario, se enciende una vela durante una hora, creando una cadena luminosa que recorre el planeta entero.

Es un momento íntimo y colectivo a la vez. No busca reabrir heridas, sino reconocer que ese amor existió, aunque la vida no haya tenido tiempo de florecer. Encender una vela, escribir una carta o simplemente guardar silencio puede ser una forma poderosa de resignificar la pérdida.

La importancia de los grupos de apoyo y el acompañamiento psicológico

Atravesar una pérdida gestacional en soledad puede intensificar la angustia. Por eso, los grupos de apoyo, tanto presenciales como virtuales, son espacios valiosos donde las personas comparten sus historias sin juicios.

Conectarse con redes de apoyo emocional y profesionales especializados en duelo perinatal puede marcar una diferencia real en el proceso de recuperación. La salud emocional también forma parte de la salud reproductiva, y reconocerlo permite sanar con mayor conciencia, contención y esperanza antes de volver a intentar un nuevo embarazo.

Cómo abordamos la pérdida gestacional en Nascere

En Nascere, creemos que acompañar una pérdida gestacional va mucho más allá de los protocolos médicos. Implica mirar a la persona en su totalidad: su cuerpo, su mente y su entorno emocional.

Por eso, nuestro enfoque combina:

  • Evaluación médica completa, para identificar posibles causas biológicas, fisiológicas o genéticas.
  • Seguimiento personalizado, respetando los tiempos físicos y emocionales de cada persona antes de retomar tratamientos.
  • Asesoría genética, cuando la pérdida ha sido recurrente, para planificar futuras gestaciones con mayor información y seguridad.

Sabemos que no hay palabras que llenen el vacío, pero hay presencia, escucha y apoyo. Eso es lo que ofrecemos en cada historia que acompañamos.

Volver a intentarlo: cuando la esperanza también sana

Después de una pérdida, muchas personas temen volver a intentarlo. Es comprensible. El miedo a revivir el dolor puede ser paralizante. Pero con el tiempo, y con acompañamiento médico y emocional adecuado, la esperanza puede renacer.

Cada intento no es un “empezar de cero”, sino un paso con más conocimiento y fortaleza. En Nascere, acompañamos ese proceso con calidez, un abordaje humano y ciencia de punta, ayudando a que el próximo intento no solo sea posible, sino exitoso.

Porque la pérdida no borra la posibilidad de la vida. Reconocer el duelo es el primer acto de amor hacia uno mismo; intentarlo de nuevo, el segundo.

Artículos Relacionados

¿Puedo volver a tener un bebé después de una salpingo?

¿Puedo volver a tener un bebé después de una salpingo?

La decisión de realizarse una salpingo, también conocida como esterilización tubárica, suele tomarse en un momento de seguridad, convicción o necesidad médica. Es un procedimiento quirúrgico que busca interrumpir permanentemente la posibilidad de un embarazo, mediante...

¡Juntos formaremos la familia que siempre soñaste!