La fertilidad femenina está llena de datos sorprendentes que muchas veces desconocemos hasta que llegamos a una edad más madura, frecuentemente hasta que nos empezamos a plantear la idea de formar una familia. Un hecho clave es que las mujeres nacemos con todos los óvulos que tendremos en nuestra vida. A diferencia de los hombres, que producen espermatozoides continuamente, nuestra reserva ovárica se va reduciendo con los años. Aunque esto puede parecer impactante, es parte natural de nuestros ciclos, y cuerpo.
¿Cómo funciona la reserva ovárica?
Cuando nacemos, contamos con 1 a 2 millones de óvulos. Para la pubertad, esa cifra se reduce a 300,000 o 400,000, y solo 400 aproximadamente madurarán y serán liberados en los ciclos de ovulación. A medida que envejecemos, la reserva ovárica disminuye, lo que reduce las posibilidades de concebir de manera natural.
¿De dónde vienen los óvulos?
Existen hipótesis recientes que sugieren que el cuerpo podría generar nuevas células germinales en los ovarios durante la adultez, algo que va en contra de lo que se ha creído por años. Aunque aún está en investigación, abre nuevas posibilidades y perspectivas sobre cómo funciona nuestra biología reproductiva.
El balance hormonal: clave para la Fertilidad
El equilibrio hormonal es fundamental para una fertilidad saludable. Hormonas como los estrógenos, la progesterona y la hormona folículo estimulante (FSH) juegan un papel crucial en el ciclo menstrual y la capacidad para concebir. Cuando este balance se altera, puede ser más difícil lograr un embarazo, pero esto no significa que sea imposible.
Obstáculos reales, no imposibles
Existen condiciones que pueden afectar el equilibrio hormonal y, por ende, la fertilidad. Entre las más comunes están:
- Síndrome de ovario poliquístico (SOP): una de las principales causas de infertilidad, afecta la ovulación.
- Endometriosis: el tejido uterino crece fuera del útero, lo que puede dificultar la concepción.
- Insuficiencia ovárica prematura (IOP): los ovarios dejan de funcionar antes de los 40 años.
Estos diagnósticos son obstáculos reales, pero no imposibilitan el sueño de ser madre. Con el avance de la ciencia, la reproducción asistida ofrece soluciones efectivas. Tanto el SOP como la endometriosis pueden manejarse con tratamiento médico y con técnicas como la FIV, lo que brinda la posibilidad de cumplir el sueño de la maternidad
Hablemos sobre la infertilidad
La infertilidad afecta a millones de personas en el mundo, y aunque no siempre se habla abiertamente, es parte importante de la salud reproductiva femenina. Según la OMS, 1 de cada 6 personas enfrenta problemas de fertilidad. Es un reto que involucra tanto a mujeres como a hombres, ya que las causas están divididas de manera equitativa.
Principales causas de infertilidad en las mujeres
- Problemas de ovulación: Condiciones como el síndrome de ovario poliquístico (SOP), que afecta entre el 5% y 10% de las mujeres, son una de las principales razones de la infertilidad.
- Endometriosis: Afecta entre el 10% y 15%, y es otra de las causas comunes, ya que puede dañar los órganos reproductivos.
- Insuficiencia ovárica prematura: Cuando los ovarios dejan de funcionar antes de los 40 años, afecta al 1% de las mujeres, limitando las posibilidades de concebir.
Infertilidad por factores desconocidos y factores combinados
En aproximadamente el 20% de los casos, la infertilidad no tiene una causa clara, incluso después de realizar estudios exhaustivos. En algunos casos, ambos miembros de la pareja pueden presentar problemas menores que, al combinarse, dificultan la concepción.
Anomalías genéticas: un factor silencioso
Un aspecto que muchas no conocen es el impacto de las anomalías genéticas en los embriones. Estas alteraciones pueden ser responsables de fallos de implantación y abortos espontáneos. Se estima que hasta el 50% de los embriones pueden tener algún tipo de anomalía cromosómica, especialmente en mujeres mayores de 35 años, lo que dificulta la concepción. Afortunadamente, el diagnóstico genético preimplantacional (DGP o PGT por sus siglas en inglés) permite identificar estos problemas y seleccionar los embriones más sanos.
Preservación y alternativas de fertilidad
Con el tiempo, la reproducción asistida se ha convertido en una gran opción para aquellas que desean preservar su fertilidad. La vitrificación de óvulos permite congelar los óvulos cuando están en su mejor estado, conservando su calidad hasta que decidas ser madre.
La fertilización in vitro (FIV), por otro lado, es la opción principal para aquellas mujeres que tienen dificultades para concebir naturalmente. Según estadísticas mundiales, la tasa de éxito de la FIV varía entre un 20% y un 35% por ciclo, dependiendo de factores como la edad y la calidad de los embriones. Congelar óvulos a una edad temprana mejora considerablemente las probabilidades.
Para convertirse en mamá, no existe un momento perfecto
Decidir ser madre es una decisión importante y personal. No existe un momento “perfecto,” solo el deseo que debemos honrar. Conocer tu cuerpo, cuidar tu fertilidad y aprender más acerca de los tratamientos de reproducción asistida son claves para que la maternidad esté siempre al alcance, cuando tú lo decidas.
¡No hay que apresurarse, pero tampoco renunciar al sueño de ser madre! La ciencia está de tu lado, y con la tecnología moderna, los obstáculos pueden superarse. ¡El deseo de ser mamá merece ser respetado y apoyado!
Ven a Nascere
Si has decidido convertirte en mamá o estás planeando un futuro junto a tu bebé, te invitamos a venir a Nascere a evaluar el estado de tu salud y fertilidad para garantizar tu éxito, ya sea a través de la preservación de tus óvulos, o si has enfrentado cualquier tipo de obstáculo, con la ayuda de la reproducción asistida.
En Nascere tenemos la estrategia con la que podrás formar la familia que siempre soñaste. Lo más importante es iniciar con un diagnóstico claro y preciso de las causas por las que no has logrado el embarazo. Con eso, podremos definir qué tratamiento es adecuado para ti. Atendemos desde casos sencillos donde es suficiente una estimulación ovárica, hasta casos de mayor complejidad con los que, a través de la Fertilización In Vitro, alcanzamos hasta un 75% de probabilidad de éxito desde el primer intento.